Seguridad hídrica, servicios ecosistémicos y bienestar humano
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Seguridad hídrica
De las varias definiciones existentes de seguridad hídrica el proyecto MAPA seleccionó la de las Naciones Unidas y la Agenda Global para el Agua que la define como (UN-Water Analytical Brief on Water Security and the Global Water Agenda, 2013):
“La capacidad de una población para salvaguardar el acceso sostenible a cantidades adecuadas de agua con calidad aceptable para sostener los medios de vida, el bienestar humano y el desarrollo socio-económico, para garantizar la protección contra la contaminación transmitida por el agua y los desastres relacionados con el agua, y para la conservación de los ecosistemas en un clima de paz y estabilidad política”.
La seguridad hídrica se puede entender entonces como la combinación de tres factores importantes: i) agua en cantidad adecuada, ii) agua con calidad aceptable y, iii) la sostenibilidad de las condiciones en el tiempo que permiten la cantidad y la calidad (ver figura 1). La cantidad de agua en exceso y en escasez, así como también la calidad inadecuada de ésta se transforma en amenazas al desarrollo socio-económico, necesidades humanas básicas, necesidades ecosistémicas y a la seguridad de los habitantes (donde inseguridad se entiende como riesgos de sufrir desastres y afectación por contaminación transmitida por el agua). La sostenibilidad es entendida como las condiciones que permiten asegurar el acceso continuo, a precio asequible y que cubra las necesidades actuales y futuras de la población, al mismo tiempo de evitar en el largo plazo los efectos negativos del agua.

Figura 1. Diagrama de la seguridad hídrica y los cinco componentes principales.
El concepto de seguridad hídrica ha sido muy utilizado por abarcar muchas ideas importantes, pero a la vez muy debatido debido a la complejidad de componentes interrelacionados y opuestos que conforman la gestión del agua. Por ejemplo el posible impacto no deseado en el flujo natural del agua y los servicios que éste presta, como resultado de una mayor eficiencia en la agricultura o de la implementación de infraestructura contra las inundaciones. Esta compleja conexión se verá afectada con los efectos esperados del cambio climático en el sistema hidrometeorológico, combinados con los cambios sociales y económicos propios del cambio global. Reducir el potencial destructivo del agua e incrementar su potencial de sustento y producción es a lo que las sociedades aspiran para lograr un estado de seguridad hídrica.
Servicios ecosistémicos
Un ecosistema es un conjunto dinámico de comunidades vegetales, animales (incluyendo los seres humanos) y comunidades de microorganismos que interactúan como una unidad funcional con el medio ambiente físico. Estos ecosistemas proveen servicios ecosistémicos como beneficios a las personas. Estos incluyen servicios de aprovisionamiento tales como alimentos y agua; servicios de regulación, como control de inundaciones; servicios culturales como beneficios recreativos y culturales; y servicios de apoyo, como el ciclo de nutrientes, que mantienen las condiciones para la vida en la Tierra (Millennium Ecosystem Assessment, 2005. Ecosystems and Human Well-being: Synthesis. Island Press, Washington, DC).
Los conceptos de seguridad hídrica y servicios ecosistémicos están relacionados en dos sentidos. Por una parte agua, con sus atributos de cantidad y calidad, permite a su vez la conservación de ecosistemas acuáticos, riparianos o ecosistemas urbanos que requieren riego. Todos estos ecosistemas proveen servicios ecosistémicos. Por otra parte estos servicios ecosistémicos son los que retroalimentan (positiva o negativamente) los componentes de la seguridad hídrica a través de servicios como provisión de agua o regulación de caudales o protección del suelo que minimizan el impacto de potenciales deslizamientos y aluviones.
Bienestar humano
El bienestar humano es la combinación del logro de varios factores que incluyen el material básico para una buena vida (por ejemplo suficientes alimentos en todo momento, vivienda y vestido); salud (acceso y la presencia de un entorno físico saludable); buenas relaciones sociales; seguridad (frente a desastres, riesgos personales y acceso a recursos); y la libertad de elección y acción, incluyendo, entre otros, la oportunidad de lograr lo que haciendo un valores individuales y de ser.
El logro de los componentes de la seguridad hídrica, por ejemplo agua de calidad, seguridad frente a desastres, etc., permite el bienestar humano. La inseguridad hídrica por el contrario, puede generar falta de bienestar que derive en conflictos ambientales, sociales, violencia y ruptura de la estabilidad política. Los servicios ecosistémicos también contribuyen al bienestar humano. De esta manera se cierra una relación entre estos tres conceptos que queda graficada en la figura 2.

Figura 2. Relación entre la seguridad hídrica, los servicios ecosistémicos y el bienestar humano