Iniciativas Nacionales para la Adaptación
En Chile la situación tiende hacia una situación similar presentada sobre los recursos hídricos en el contexto global. Estudios previos (CEPAL, 2009; Segunda Comunicación Nacional de Chile, 2011; Vicuna et al. 2010; Vicuna et al. accepted; Meza et al, accepted) han demostrado que para la zona central de Chile existen señales de cambio robustas – esencialmente disminuciones en precipitación y aumentos en temperatura-, que alterarían profundamente las disponibilidad de recursos hídricos y por ende las posibilidades de desarrollo de las poblaciones y sectores productivos que dependen de este vital elemento. Con base en estos trabajos se ha generado una necesidad por parte del sector público de desarrollar planes de adaptación para diferentes sectores productivos de acuerdo con lo planteado en el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático. El primero de los planes de adaptación a nivel nacional que se está desarrollando corresponde al plan de adaptación del sector silvoagropecuario, al que le seguiría en un futuro cercano un plan de adaptación al sector recursos hídricos. Algunas de las agencias del estado que se encuentran desarrollando estos planes corresponden a la Comisión Nacional de Riego, y la Dirección General de Aguas, todas bajo la coordinación de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente. Al igual que en otras latitudes, el sector de empresas sanitarias en Chile también ha sido uno de los más activos al evaluar la necesidad de incorporar escenarios de cambio climático en los planes de desarrollo de este sector, bajo liderazgo de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), ente regulador en esta materia. El interés en el estudio de estas necesidades no ha sido materia exclusiva del sector publico existiendo también interés de las empresas privadas que realizan su labor en estrecha labor con el recurso hídrico, tal como es el caso de empresas eléctricas, sanitarias en áreas rurales, mineras y agrícolas.
«Para la zona central de Chile existen señales de cambio robustas – esencialmente disminuciones en precipitación y aumentos en temperatura-, que alterarían profundamente las disponibilidad de recursos hídricos»
Referencias